viernes, 1 de marzo de 2013

Aires de crítico




Vila-Matas es un escritor catalán archireconocido, archipremiado, archipublicado. Enrique de nombre. Nació en el 48. Licenciado en derecho y periodismo. Quería dedicarse al cine, de hecho tiene un par de cortos. Fue redactor en Fotogramas. Por entonces, se bebía la poesía. Fue en el servicio militar, en Melilla, donde no podía rodar, que por no perder dotes artísticas empezó a escribir. Mujer en el espejo contemplando el paisaje, lo escribió en la cantina del cuartel en 1971. Desde entonces no ha parado de escribir. Vivió en Paris, de alquiler en la buhardilla de la novelista y directora de cine Margarite Duras. Es un autor afrancesado. Empezó a ser conocido con la Historia abreviada de la literatura portátil  en 1985. Ha publicado unos 23 libros de narrativa, casi todos en la editorial Anagrama, aunque ahora,  es autor de Planeta en el sello Seix Barral. También tiene unos 9 libros de ensayo. Su obra ha sido traducida a 32 idiomas. Acumula un sinfín de premios, en un sinfín de países.  Aire de Dylan es su última novela. 

Si usted ha sido tan desdichada como yo, de encontrarse frente a frente con una crítica hecha por algún respetable crítico/a de alguno de los 31 libros de Vila-Matas, le sugiero, que borre de su mente lo leído y que bloquee el trauma.  Si  en un futuro, usted se tropieza con la verborrea empalagosa y pelotera que se le brinda a  todo lo vilamatense, rápidamente, cierre la revista o periódico, y a otra cosa mariposa. En lugar de incitarte a acercarte al autor, te invitan a la alergia. Si hay algo más pesado que la profundidad de Vila-Matas son sus críticos. 



De qué va la cosa
Un escritor es invitado a unas jornadas sobre el fracaso. Allí, conocerá a Vilnius, el chico con aire a Dylan, hijo del escritor Juan Lancastre. Vilnius siente que su padre, fallecido, sigue atormentándole y se introduce en sus pensamientos.  En la ponencia, el chico escenifica el cuento de su vida, y sobre todo, la relación con su famoso padre.  Vilnius ha trabajado en el “Archivo General de los Fracasos”, donde se documentan todos los más sonantes de la historia. Obsesionado por una frase, emprende un viaje en busca de respuestas. El escritor queda cautivado por el joven.

Vilnius y su pareja forman una sociedad llamada “Aire de Dylan”, en la que por norma, solo podrán tener una idea al día y se verán obligados a no hacer nada.  Es por eso, que ambos convencerán al escritor para que forme parte del acto final del teatro. El escritor será quien articulará la biografía inventada de Juan Lancastre, la que servirá como venganza por su asesinato.

De qué me parece que va la cosa
En Aire de Dylan lo importante no es la historia. Esta, está bien cosida y armada, pero lo que prevalece es todo lo que la rodea y condiciona: reflexiones, homenajes al cine y al teatro, reafirmar el derecho a contradecirse, a ser muchas personas siendo solo una. El autor aprovecha unos personajes, una trama y subtramas para lanzarle preguntas al lector. Y sí, es preferible que la literatura cuestione mucho y mate a pensar, que no hiera ni llegue a nada.  Tiene de Hamlet y de otros. Hay enredos para meditar. Le aplaudo su defensa a la  pereza y a la holgazanería que exhibe con el personaje principal: Vilnius. Ya está bien el amor incondicional al trabajo y a accionar sin cesar. Aire de crítico, porque tiene más de un tono que ironiza lo que ya está leído. Él mismo, en esta historia, es su comentarista. El Vila-Matas de los críticos no se presta a ser descubierto, por la pedantería y porque a él mismo lo describen así, pero yo, señoras, recomiendo que vuelen con este Dylan.

lunes, 11 de febrero de 2013

Cómo se olvida



 a mi Eduardi

Cómo se olvida. Cómo hago para que mi mente haga un placaje y no me estés dando vueltitas a todas horas por el pensamiento. Cómo se hace. Cómo rompo o corto mi cabeza, meto mi mano y te saco. Cómo coso el dolor de ojos de cada vez que los cierro y tu cuerpito me aparece, y yo te miro sin verte, y te pienso dormida o te observo despierta. Cómo hago para que cojas el paraguas y salgas revoloteando para arriba a los aires, y te alejes de donde posa mi sombrero. Cómo hago para no querer soñarte por las esquinas y en mis camas, para no fantasear con  tenerte sin minarme. Cómo hago para matarte y quemarte, y tirar los recuerdos donde yo nunca, más nunca, pueda alcanzarlos. Cómo puedo dejar de pensarte sin tenerte. Cómo.

sábado, 2 de febrero de 2013

Las sombras de Grey

Les comentaba a mis amigos este verano entre risas, las que me eché yo cuando leí la entrevista que le hizo Karmentxu Marín a La de las sombras de Grey. "Ni el látigo, ni el cuero. A mí lo que me va es el velcro". La periodista, con su lengua afilada, le preguntaba por sus derroteros  y anhelos sexuales.  E. L. James la iba toreando como buenamente podía, hasta que, touché, la otra le clavó la espada en la espalda, preguntándole si sabía quién es Mariano Rajoy. La diosa de las letras eróticas, la número 1 en ventas en TODO el mundo, tan ancha y tan larga, le contestó que NO. ¿Se siente como la prima pequeña del marqués de Sade?, continuaba metiendo el dedo en el ojo  la periodista como si total,  pa´ lo que hay que conocer…
Pablo Álvarez, editor de Suma de Letras, llegó al Máster de Edición a hablar de best sellers. Desde hace cuatro o cinco años, cada vez que escucho el término, noto un sarpullido en la piel, y que el cerebro me tiembla y me pide a gritos que, ni se me ocurra. Y mira que yo soy de las que me inicié leyendo a Potter. Pero,  pasé de los Da Vinci, de la Chica y la cerilla, de la Catedral del Mar, de Reverte (POR SUPUESTO). Pablo Álvarez con la ironía socrática y la mayéutica, me hizo darme cuenta que los best seller no son sinónimo de nula calidad. A veces, el mainstream lleva al cenit obras y autores interesantes, Almudena Grandes o El nombre de la rosa por ejemplo. Me percaté de que no sabía NADA de las lecturas-sarpullido. Cómo son los mecanismos de enganche, las etapas del viaje del héroe, el lenguaje, la estructura narrativa…  En realidad, los libros que se inflan a vender, son los que mantienen a flote al sector editorial, y, estos, necesitan por lo menos un gran pelotazo para permitirse publicar libros que, para mí, serían más interesantes. Para ganar el partido se precisa marcar. Y Grey estaba metiendo una paliza a los demás equipos. Es por eso, que me puse a entrenar. Y ahora sí que sí, desde el conocimiento, enzarzo la crítica.
 
 
 
Las sombras de Grey o:
1.       La puta y el pijo
Estructura simple, muy dialogado, poco descriptivo (incluso las escenas de sexo), en cada capítulo muchas escenas. Escenas cortas o muy cortas. Vocabulario sencillo, cero tecnicismos, ni cultismos, ni palabros que precisen consultar en un diccionario. Lectura rápida y ligera, perfecta para el metro. No precisa gran concentración en el texto. Pocos personajes, los que hay muy definidos desde el principio. Él y ella. No hay mucha acción, a parte de escenas de penetración, y sobradas de pijo burgués. Redactado en primera persona, es la chica quien cuenta la historia, aunque hay páginas enteras de cruce de emails entre ellos dos. El mundo narrativo no tiene mucha ciencia: todo es el culto al GRAN LUJO. Hoteles, casas, coches, restaurantes, avión particular, eso sí que se describe. El marco de acción se desarrolla en el ambiente de Grey. Ella es una humilde de clase media, no tiene glamour, así que  las escenas acontecen en los terrenos y territorios de él.  No hay historias simultáneas, es él y ella. Y si se cuenta algo más de la vida de la chica, como por ejemplo que un amigo está enamorado de ella, es para desatar los nervios y celos de Grey. Grey es el rey, el personaje nuclear. No hay subtramas, y la trama se cuenta en dos líneas.
Lo más gracioso, cito textualmente de los pensamientos de la chica, y que sirva de ejemplo de la calidad de los símiles: “siento que mis mejillas vuelven a teñirse de rojo como la portada del Manifiesto Comunista” (pág 40). Y Marx vomitó en la tumba.
 
Las sombras de Grey o:
2.       Cómo maquillar maltrato psicológico a una mujer.
 

El sexo en esta historia es irrelevante. Los látigos, los martillazos al clítoris e, incluso, los cachetes pasados de fuerza que él le proporciona para SATISFACERSE ( Y qué más da si a ella no le gusta, te grita el libro)es nada. No hay porqué preocuparse.  El sexo ha sido el gran reclamo, la frase de marketing,  el primer argumento para recomendarlo. Y para mí, ha sido una colosal decepción.  No tiene sabor. Es soso, frío y  no conmueve. El sexo es MALISIMO. Está muy poco narrado, fatal descrito y los escarceos de arrime no son originales. Con lo que, dudo que sean fantasía de muchas (o yo tengo mucha imaginación) Ejemplo: Ella se levanta, se pone la camisa de él (esto nunca lo ha hecho nadie en el mundo de la ficción) y él se la endilga en su escritorio.
El sexo sin sado es apodado “vainilla”. Vainilla despectivamente  catalogado por Grey. Hay que pensar que ella es virgen y lo que le mola a él es el sado, a ella los besos, las caricias, los mimos... es vainilla lo que la mujer quiere.  Es triste, insustancial, malaje. Pero él, en un acto de altruismo, y en honor a que supuestamente se está enamorando de Anastasia, cede para hacer el amor sin hacerle un dolor excesivo, pero solo a veces. Y ella, como buena gilipollas, se lo agradece. Y como Grey es un forrado, la tontaina debe pensar que es un dildo de oro lo que tiene el pijo entre las piernas.
Por cierto, hay una soberbia  brutal de las clases pudientes. Ella tiene una compañera de piso, con dinero, que ha ido a escuelas privadas. Es por eso, justifica ella, que su amiga esté tan segura de sí misma. El colegio privado y los euros lo hacen todo. A parte de machista, el libro es clasista, bravo.

 
 Las sombras de Grey o:
 
3.       La clase media es una mierda
Me preocupa. Si esta es la sociedad de Grey, estamos jodidas. Estamos, nosotras, que somos las lectoras, condenándonos a cocina y callar. De hecho, es la mayor oda a “ver  y callar”. Con este libro se borra todo lo que se había avanzado en la lucha por la igualdad. Por lo menos, en el ideario colectivo. Por lo menos, en el sentir femenino. Y si algo queda claro, que si este libro gusta, es que las más machistas somos nosotras. Hay mujeres que ensucian el nombre de “mujer”.  
Anastasia Steele, la protagonista, es una puta de lujo, que por los lujos se hace puta. Se esclaviza y se “entrega” a Grey, por un enamoramiento basado en: que guapo es, cuanto dinero tiene. Ahora, si Grey es buena o mala persona, qué importa. Si el tío es un maníaco compulsivo del control y de conocer qué hace y con quién está ella, qué importa.  Caga billetes y eso, los pezones se los pone tiesos.
Él le propone a ella firmar un contrato para seguir viéndose. Una relación con unas bases selladas. A parte de la confidencialidad, porque él es un VIP, los puntos a firmar consisten en reglas como: 1. La comida que ella ingiere. Cantidad de banquetes al día. Obligatorio fruta. 2. Ejercicio físico forzoso, tres veces por semana. Impartido por un entrenador personal que le pone el simpático novio. 3. La ropa y complementos que lleve puestos ella, siempre, tienen que ser comprados y supervisados por él. Además, le regala un ordenador y un móvil para tenerte las 24 horas controlada. La dictadura del cipote millonario. La falocracia. Me vigila porque me ama. Tiene celos porque me quiere. Me regaña porque le intereso. STOP.
La mujer queda relegada a la condición de muñeca hinchable, o florero acompañante sin boca en los eventos cools. La mujer es invisible, inexistente. La chica solo tiene que chupársela y no darle problemas. La ropa, la comida, lo que hace y lo que no, no es cuestión de un dominante sexual, sino, de un hombre que piensa que las mujeres no somos capaces de andar solas. Que hemos nacido para que ellos se adueñen de nosotras y nos conquisten con anillos de oro. Que la independencia solo nace en los cojones. Y que nosotras, tenemos que adulárselos y tumbarnos cuando ellos precisen.
Señores, esto es un peligro.
 

lunes, 23 de julio de 2012

Un circo llamado ESPAÑA


¡Niños y niñas, padres y madres, bienvenidos al GRAN CIRCO llamado Esssssspaña!

EL GRAN CIRCO llamado ESPAÑA, donde los magos hacen desaparecer derechos y el público aplaude, y los que se levantan y abandonan el espectáculo son MALOS ESPAÑOLES. Los magos enchufan a sus brujas, a sus brujitas o a sus maguitos,  y todos viven del circo como reyes, no como faranduleros (que eso es que lo son). Porque aunque todos paguemos y contribuyamos, hay esculturas a hechiceros que valen más que la comida de todos los elefantes del coliseo. 

Tenemos también trapecistas, que fueron los que se quedaron con el capital para levantar el circo, y se creyeron dueños y amos de todos los laberintos. Trapecistas que trabajan poco y viven de la plusvalía de los espectadores. Trapecios de mentiras y enredos, de “te subiré el sueldo” y “en crisis estamos y pantalón sin cinturón llevamos”, luego estos, debajo de los maillots tienen calzoncillos de oro bordado. Mandan tanto, tan llena llevan la cartera, que son ellos los que hechizan a los magos.  Querían  más oro y glamour, y llevaron al circo a la quiebra y a la mierda, pero qué viva España españoles, que trapecistas se agarran a sus lujos y brindan en sus columpios. 


Bailarinas!!!! Chicas de muslos tersos que corretean detrás de un balón y qué goles meten para extasiar la función. YO SOY ESPAÑOL ESPAÑOL ESPAÑOL. Son las que excitan al personal, lo sacan de sus casillas, y olvidando TODO lo demás, arrancan a la gente a la calle, a matar la sed y las neuronas, al jolgorio, la pandereta y mucha bandera. Qué circo más bueno llamado España, bailarinas de muslos tersos, las mejores del celestial universo. El baile de la distracción, de la evasión de problemáticas, del pegatina y estampa español. Las bailarinas se sienten taaaaaaaaaaaan parte del circo, que viven como diosas y no se mojan cuando se corta la luz del recinto.


 El número más sangriento, el preferido de los brujos y saltimbanquis, el que va a cargo de los domadores de leones. Animales que vienen drogados para no morder mucho, para no importunar  y arrancar cabezas a los que se lo merecen. Animales que han sido anestesiados con televisiones y discotecas. ANIMALITOS. Fieras que como se despierten y piensen, pueden convertirse en espectadores con abandono de la función. Domadores que brillan mucho, que nos protegen de los miedos,  la autoridad. Se hacen llamar domadores, pero son DOMINADORES. Execrable violencia, palos y pelotas, armaduras y sus barreras toreras. Se dicen que palian el caos, que arrancan los desórdenes. Y ellos, son los caóticos y confusos. 

Y para acabar, los presentadores. Los medios pagados que trabajan para los compañeros de galas, no para sus espectadores. Los periódicos manipuladores, que no cubren nada, que ENcubren todo.  Que sacan imágenes bonitas mientras el detrito nos llega a las cejas. BUEN PERIODISMO, y todos ellos con sus respectivos masters propios. Que ocultan, encubren, tapan y ponen máscaras a la realidad. Escritores de ciencia ficción, presentadores de una realidad poco real. 

En el circo ESPAÑA, además,  te dan bocadillos de mortadela y chope.
Ya lo dicen amigos, PAN Y CIRCO PARA TODOS!!!


viernes, 20 de julio de 2012

Podría, pero NO


Podría quedarme en la cama de mi cuartito alquilado, cuartito que nunca será mío en propiedad, y hartarme a ver los programas destruye personas de Emma García. Podría pasarme horas delante del espejo poniéndome como Sofi  Oksanen, o llamando tres veces a Verónica a ver si por fin me sale Satán y me enseña la diferencia entre el infierno y España.  Podría meterme (como lumpen) para que mi corazón vaya a la misma velocidad que nuestra sociedad se va a la mierda,  o haciendo uso de lo legal, y bebiendo ron hasta perder el norte, si aún  existe alguna dirección que no sea a la que llegan las cartas de despido. Ver la tele, arreglarme y salir de fiesta, drogarme y evadirme. Ser una zombi y estar en la inopia, pero eso, amigos, no es vivir.

TODO.  Podría hacerlo todo.  PERO NO.

A mí el cuerpo me pide gritos y quejas. Me pide movilizarme, sentirme parte del verdadero pueblo. Me pide intercambiar opiniones políticas en las ágoras públicas que se están convirtiendo las manifestaciones.  Me pide indignarme y reafirmar día a día que las calles no están hechas para pasear y comprar solamente, también  para expresarse. Para conversar, para ser CIUDADANOS y no solo consumidores. Los protagonistas de las  plazas, las avenidas, las calles son las tiendas. Y desde hace un año,  parece que empiezan a ser las personas.  Yo me pregunto, y berreo, y salgo, por los que no tienen zapatos para andar las calles, ni monederos para guardar la calderilla que sobra al comprarlos. Y porque hay muchos que estamos rozando el abismo.  Para que quinientos no tengan chanclas, uno,  tiene DOSCIENTOS tacones.  Y vamos a más. Cada día algunos somos más pobres, y otros, sin honor (porque son ratas) con un colchón más gordo.

A mí la vida me pide vivir. Y defender la vida. 
Sentir y actuar como personas. 


jueves, 7 de junio de 2012

Y los dibujos, son y serán


Me dijeron el otro día que en Francia las editoriales no gastan muchos colores en las portadas. Austeras, sin diseño, letras de palo, nombre y título, y para de contar. Entonces, me imaginé buscando en la biblio de mi cuarto un ejemplar de cuyo nombre no me acuerdo, pero sí recuerdo vagamente los monigotes de la portada. De repente, estaba en una habitación oh là là, y absolutamente fuera de juego me quedaba porque el blanco roto de la encuadernación de Déu i dels collons, hace que la misión se convierta en un enredo detectivesco y minucioso de uno por uno (güan for güan) repaso de título. Caza y captura en la que tendríamos que destinar a piñón de empeño. Y el tiempo es como tener 14 pagas, muy valioso. 

Hace poco hicimos un Club de Lectura Nivel I y elegimos por democracia capitalista, es decir, el de mayor poderío, osea yo, Los viajes de Gullivert de Jonathan Swift. Era la primera vez que lo leía, y añadir, que he vivido muy ricamente (no hablo precisamente de pasta, guita, parné) y con la conciencia muy descansada por haber abordado Liliput & company en esta tardía edad. Bueni, que cada uno del club alquiló o compró el referido libro.
 Muchas gracias a los ilustradores que hacen cosas elegantes.

Mi edición era una delicia de hace unos cuarenta años, adquirida en la Cuesta de Moyano por un precio módico asequible para los tiempos de sprint en números finales de mes.  El libro tiene muchas manchas, chorretones (antiguos propietarios que comen mientras leen?) y unas ilustraciones a toda página bellísimas. Prácticamente a cada dos páginas un dibujito te caía. La edición de mi Negro era una basura. Era propia de un trabajo de universidad o bachillerato si la persona es de high nivel intelectualoide, para un copiar y disimular de los tres millones de pie de páginas que arropaban la historia. Los pies ocupaban en un tamaño menor, el doble que los episodios. Los pies eran super BIGFOOT. Una pesadilla sin poder amanecer. Yo me guarecía en imágenes de Gullivert, mientras él se enteraba del simbolismo de la historia, la representación de los personajes, del contexto histórico, el desarrollo cultural, ético y social de los tiempos. blablabla. Una infoxicación de cojones. 

 Los descomunales pies de página de la edición del Negro.


Todo esto es una oda a los ilustradores, y en especial a dos:

El cuento del carpintero

1.Iban Barrentxea, que por cierto el Gremio de Libreros (CEGAL) le ha dado el Premio Kirico (100 libres del país eligen el mejor libro infantil) por El cuento del carpintero de A Buen Paso. Sigo pensando que en su pueblo deberían ponerle un calle a su nombre.

El Manifiesto Comunista

2. Fernando Vicente se ha hecho celebrity por vender a chorros en la Feria del Libro de Madrid el Manifiesto Comunista de La Nordica Libros. En todos los hogares españoles hay por lo menos dos ejemplares del libro de Marx, pero lo que ha hecho que la gente se anime a tener el tercero o el cuarto son unas imágenes ultra guapas. 

y los dibujos, son y serán.

viernes, 18 de mayo de 2012

Fidelidad



Me tienes enamorada el alma. A ti, jamás te seré infiel. Tus principios son y serán para sonreír, y asentir, creyendo en ellos yo también. 

Mago y acróbata de las palabras. Oído divino, imaginación celestial, historias que extasían. Ojos de mar. Maestro del verso, tú el primero, sin ti nunca más.